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miércoles, 14 de julio de 2010

La filosofía costarricense del "Si hubiera sabido que esto pasaria..." por Juan Carlos Ruiz

La frase que por excelencia describe a la sociedad costarricense es: “si hubiera sabido que esto pasaría...” la aplicamos siempre que ocurre un hecho lamentable en el cual, por negligencia o por omisión, somos responsables.
La ultima vez que la oí (en este caso lo leí) fue en el comentario del padrastro del niño que jugaba con el arma con la cual se pego un tiro en la cabeza: “ si hubiera sabido que esto pasaría..no compro el arma.” Pero lo sabemos!, sabemos que es peligroso tener un arma, un arma es peligrosa, esta hecha para causar daño, y ella no distingue entre un enemigo o un familiar.
Acabamos de tener la tragedia de la profesora que murió, por que un alumno decidió pegarle un tiro, ya que no le gustaba como lo trataba, hasta ese momento el padre del joven se dio cuenta que es peligroso tener un arma. Porque no pensaba así antes?, esta no es la primera vez que ocurre una tragedia por culpa de un arma mal usada, o acaso no estaba enterado de estas otras tragedias? No lo creo. Cuantas personas mas tiene que perder un familiar para que se den cuenta del peligro?, no es una forma demasiado cara de aprender la lección?.

Yo siempre he creído que la vida es como una gran apuesta contra la muerte, apostamos día a día cuanto tiempo mas vamos a vivir. Y lo sensato seria tomar decisiones que incline la balanza a nuestro favor. Por ejemplo, cuando conducimos un auto sabemos que podemos sufrir un accidente, siempre es una posibilidad, pero apostamos a que no, si ganamos la apuesta pues genial!, Pero si la perdemos, bueno, deberíamos tomar las precauciones para pagar con las mínimas consecuencias negativas, usar cinturón de seguridad, no conducir a velocidades temerarias, usar sillas para los niños, entre otras medidas.
Insisto, es una apuesta y cuando olvidamos las medidas lógicas de seguridad, pagamos con nuestras vidas, con las de nuestros seres queridos o la vida de terceros.

Por eso pasan las tragedias, por que apostamos con la vida “a que no va a pasar”.